
Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Cualquier vena superficial puede volverse varicosa; sin embargo, las venas afectadas con mayor frecuencia son las de las piernas. Eso se debe a que estar de pie y caminar con una postura erguida aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.
Para muchas personas, las venas varicosas y las arañitas, una variación leve frecuente de las venas varicosas, son simplemente un problema estético. Para otras personas, las venas varicosas pueden causar dolor y malestar. A veces, las venas varicosas causan problemas más graves.
El tratamiento puede involucrar medidas de cuidado personal o procedimientos médicos para cerrar o retirar las venas.
Síntomas
Las venas varicosas pueden no causar ningún dolor. Algunos signos de que puedes tener venas varicosas son los siguientes:
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Venas que son de color púrpura o azul oscuro
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Venas que aparecen retorcidas y sobresalen; a menudo, son como cordones en las piernas
Cuando se manifiestan signos y síntomas dolorosos, estos pueden comprender lo siguiente:
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Una sensación de dolor o de pesadez en las piernas
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Ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores
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Empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo
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Picazón alrededor de una o de más venas
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Decoloración de la piel alrededor de una vena varicos

Las arañitas son similares a las venas varicosas, pero son más pequeñas. Las arañitas se encuentran más cerca de la superficie de la piel y, a menudo, son rojas o azules.
Las arañitas se producen en las piernas, pero también pueden encontrarse en la cara. Varían en tamaño y, a menudo, parecen una telaraña.

¿Cómo se Producen?
El cuidado personal —como ejercitarse, elevar las piernas o usar medias de compresión— puede ayudar a aliviar el dolor de las venas varicosas y puede impedir que empeoren. No obstante, si te preocupa el aspecto y la sensación de las venas, pero las medidas de cuidado personal no evitaron que la afección empeore, consulta con tu médico.
La debilidad o daño en las válvulas puede provocar venas varicosas. Las arterias llevan la sangre desde el corazón hacia el resto de los tejidos y las venas devuelven la sangre del resto del cuerpo al corazón para que la sangre pueda volver a circular. Para regresar la sangre al corazón, las venas de las piernas deben trabajar contra la gravedad.
Las contracciones musculares en la parte inferior de las piernas actúan como bombas, y las paredes elásticas de las venas ayudan a que la sangre regrese al corazón. Las pequeñas válvulas de las venas se abren a medida que la sangre fluye hacia el corazón y luego se cierran para impedir que la sangre fluya hacia atrás. Si estas válvulas son débiles o están dañadas, la sangre puede retroceder y acumularse en la vena, lo que provoca que las venas se estiren o tuerzan.
Factores de riesgo
Estos factores aumentan el riesgo de padecer venas varicosas:
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Edad. El riesgo de padecer venas varicosas aumenta con la edad. El envejecimiento causa desgaste natural de las válvulas en las venas que ayudan a regular el flujo sanguíneo. Finalmente, ese desgaste hace que las válvulas permitan que la sangre fluya de nuevo a las venas, donde se reúne en lugar de fluir hasta el corazón.
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Sexo. Las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad. Los cambios hormonales durante la menstruación o el embarazo o la menopausia pueden ser un factor, debido a que las hormonas femeninas tienden a relajar las paredes de las venas. Las terapias hormonales, como las píldoras anticonceptivas, pueden aumentar el riesgo de venas varicosas.
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Embarazo. Durante el embarazo, la cantidad de sangre de tu cuerpo aumenta. Este cambio apoya al feto en crecimiento, pero también puede producir un efecto secundario desafortunado: venas agrandadas en las piernas. Los cambios hormonales durante el embarazo también pueden jugar un papel importante.
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Antecedentes familiares. Si otros familiares tuvieron venas varicosas, existe una mayor probabilidad de que también las tengas.
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Obesidad. Tener sobrepeso ejerce presión adicional en las venas.
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Estar de pie o sentado durante períodos prolongados. La sangre no fluye tan bien si estás en la misma posición durante períodos prolongados.
Complicaciones
Las complicaciones de las venas varicosas, aunque poco frecuentes, comprenden:
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Úlceras. Pueden formarse úlceras dolorosas en la piel cerca de las venas varicosas, en especial cerca de los tobillos. Por lo general, se observa una mancha descolorida en la piel antes de que se forme una úlcera. Consulta con tu médico de inmediato si sospechas que tienes una úlcera.
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Coágulos sanguíneos. En algunas ocasiones, las venas profundas de las piernas se dilatan. En dichos casos, la pierna afectada puede empezar a doler e hincharse. Cualquier hinchazón o dolor persistente en la pierna justifica atención médica, ya que puede indicar un coágulo sanguíneo, un trastorno conocido médicamente como «tromboflebitis».
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Sangrado. En algunas ocasiones, las venas que se encuentran muy cerca de la piel pueden explotar. Por lo general, esto solo causa un sangrado leve. Pero cualquier sangrado requiere de atención médica.
Tratamiento
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